Unas manos se dirigen al tabaco
otro ataque, otro arrebato
unos dedos vacilantes
un mechero que duda
y una llama que anida
sobre un cigarro y una herida.
Y como el humo,
subo por las paredes
y si fumo
es porque me puedes.
Me puedes matar y me vas a quitar la vida
querida,
no sé si soy quién para decir:
"Bah, sólo son tonterías"
Fingiré la despedida.
Fingiré que no me importa...
y no será tan malo.
Y fumo por no tener
tu olor entre las manos.
Precioso...
ReplyDelete