Sunday, June 5, 2011

Autopsia

-Es definitivo, está muerto. ¿Qué quiere que hagamos con el cadáver?
-Aún no sabemos porqué murió.
-Es posible que no lo sepamos.
-Pero existe una posibilidad  de saberlo y voy a aprovecharla. Sacad todas las herramientas.
Esperó unos segundos a que todos sus lacayos se pusieran en marcha y comenzasen a alinear escrupulosamente todos los utensilios sobre el escritorio de madera junto al que se hallaba el sujeto.
-¡Tú! -dijo señalando a uno de sus subordinados- ¡Tráeme algo para apoyarme!

Cuando todo estuvo dispuesto, se arremolinaron alrededor de los restos mortales, con el respeto reverencial que se merecía el hecho. El que parecía el jefe -tal vez por las órdenes que daba, o quizá por su traje negro- levantó su mano derecha hasta la altura del hombro.
El corazón al descubierto se hallaba justo debajo de su mano, latiendo, pero muerto. El silencio inundó la sala.
Pumpum. Era todo el sonido.
 El hombre vestido de negro dibujó sobre su palma con un bolígrafo la palabra "amor". Debajo escribió "dolor". Movió el puño ,como limpiándose la mano, dejando que el significado de las palabras tocase aquél corazón marchito.
Un pequeño hilo de color dorado cayó hacia él, entrelazándose con uno rojo. Al llegar al corazón, el ritmo de los latidos cambió ligeramente, se aceleró y en seguida volvió a su frecuencia habitual. Las palabras se dibujaron sobre el miocardio y al instante éste empezó a supurar la tinta.
La tinta no parecía querer dejar de salir de aquella apertura en el pecho y no tardó mucho en ocupar todo el espacio que había y a desbordarse por el agujero.
Todos los presentes lo miraban estupefactos. Menos el hombre de negro.
Él sabía bien lo que era, ya lo había vivido.
Los movimientos del corazón hicieron que por un segundo el sonido de la expulsión de la tinta pareciese un llanto ahogado, muerto entre latidos impertérritos.

-Compañeros, -dijo el hombre de negro- no hay solución. Ha muerto por leer demasiado, ha perdido la fe en el mundo real, donde las leyes de lo posible no son quebrantables.

-Pobre diablo.-se escuchó de fondo- Aún no sabe que las leyes se hicieron para romperse.

2 comments:

  1. Espero que no me pase lo mismo por leer tu blog :D
    Un placer leerte, como siempre.

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  2. Eres más que increíble, lo sabes y lo sé. Con eso tendría que alcanzarle al mundo.

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