Friday, September 2, 2011

Y que me adivinen

Seguiré buscándote, a ti que sé que no existes
y a mi, que no debiera,
hasta que esa lluvia triste
no recubra tu vidriera,
y esos pájaros de alpiste
regresen a tu vera,
al mar cubierto de giste
Del que ni tú ni yo quisimos que yo bebiera.

Y que me adivinen,
que me llames predecible,
que nuestros pasos caminen
soñando con imposibles.

Dejaré el dolor de lado sólo por esta vez
el grito será un susurro,
arropado en timidez
mientras yo casi me escurro
al soñar tu desnudez
por el tiempo en que transcurro
al que ganaste este ajedrez,
gente única, como yo, la encuentras como churros


Y que me adivinen,
que me llames predecible,
que nuestros pasos caminen
soñando con imposibles.

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